Características de las personas que nunca sufren enfermedades mentales, según la ciencia
Por si no sabían Los trastornos psicológicos son cada vez más frecuentes en la sociedad. Sufrir de depresión o de ansiedad se ha convertido en algo similar a una epidemia a nivel mundial, hasta el punto en que se estima que de los 7,442 miles de millones (El Fondo de Población de las Naciones Unidas 2016) de personas que viven en el mundo el 50 % sufre de alguna una psicopatología y de esto el 25% desarrolla un trastorno crónico.
Por eso, un grupo de psicólogos de la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda, realizaron un tesis en donde plasmaron un estudio que enumera las características comunes de las personas que no desarrollan enfermedades mentales y llegaron a la conclusión de que el 83% de las personas habían sufrido un trastorno mental en alguna etapa de sus vidas. Y también que aquellos cuya salud mental es "estable",y no desarrollaron trastornos psicológicos se caracteriza por:.
1. No contaban con un historial de trastornos mentales en su familia. Algunas psicopatologías tienen un componente genético y otras se pueden “transmitir” a través de los patrones de afrontamiento que aprendemos de nuestros padres. Por eso, crecer en una familia funcional donde los miembros tengan una buena salud mental actúa como un factor protector.
2. Presencia de menos emociones negativas. A la temprana edad de 5 años, las personas con buena salud mental ya mostraban menos emociones “negativas”. Sin duda, la prevalencia de emociones positivas contribuye a mirar la vida desde una perspectiva más optimista que mantiene alejados los trastornos mentales.
3. Mayor auto control. El auto-control es una capacidad que nos permite gestionar de manera más eficaz nuestras primeras reacciones, sobre todo desde el punto de vista emocional. Por una parte, nos ayuda a adaptarnos mejor a las circunstancias para poder elegir la respuesta más adecuada y, por otra parte, nos permite gestionar mejor nuestras emociones, de manera que estas no tomen el mando.
4. Buenas relaciones interpersonales. Las relaciones interpersonales pueden convertirse en una inestimable red de apoyo o, al contrario, en fuente de conflictos y problemas. Las personas con una buena salud mental son capaces de mantener buenas relaciones con los demás y saben evitar los conflictos construyendo relaciones sólidas. 5. Son resilientes. La resiliencia es una capacidad que se desarrolla desde la infancia y que nos permite enfrentar los problemas sin desmoronarnos e incluso salir fortalecidos, por lo que actúa como un factor protector del equilibrio psicológico. Un estudio realizado con niños víctimas de la guerra en Bosnia descubrió que quienes tenían menos cicatrices emocionales fueron aquellos que eran capaces de pedir ayuda, no en búsqueda de compasión sino del apoyo emocional que necesitaban.